No son pocas las veces, que cuando decidimos comprarnos un dispositivo, ya sea un teléfono móvil, un portátil, un navegador, lo que sea, que nos sale alguien, que tiene uno en su casa, que no usa, que nos lo regala. Y claro, cuando lo coges, lo instalas, intentas hacer con él, y no te convence, te das cuenta, porqué el anterior dueño no lo usaba.
Y es que, cualquier dispositivo, mientras lo tenga el dueño, que conoce sus defectos, que sabe cómo enchufarlo para que funcione, que, en definitiva, le tiene cariño, todo va bien. Pero claro, cuando lo coges tú, que no le tienes ese cariño, lo que quieres es que funcione, no que tengas que aprender a tenerlo enchufado, apoyado en un palillo, ni nada por el estilo, quieres simplemente que funcione.
Por eso, cuando tu dispositivo deja de ser efectivo, lo mejor que puedes hacer es comprarte otro, ya que de esa manera, funcionará, según la tecnología que hay en ese momento y además, desde es principio, será tu dispositivo, por lo que seguro que disfrutarás mucho con él.
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