Muchas veces, estamos convencidos que lo mejor, a la hora de hacer algo, es contratar a un empresa con experiencia en esas cosas, que tenga claro lo que queremos, que nos guíe en la decisión, en definitiva que adivine lo que nos viene bien. Pero no nos damos cuenta, que los que tenemos que tener claro lo que queremos, somos nosotros, que ninguna empresa, por muy buena reputación que tenga, o muy buena que sea, nos va a hacer las cosas, a nuestro gusto y, si vamos un poco más allá, ninguna empresa le pondrá al proyecto el corazón, que le pondríamos nosotros como dueños que somos de la misma.
Por eso, cuando necesites cualquier cosa, intenta, en primer lugar hacerlo tú mismo y, si no te convence, o no sabes hacerlo, contrata al que trabaja con ello, porque él será tus manos, en la elaboración, de las ideas que tú tienes y son las correctas.
La consultoría, que nosotros llamamos "mal hecha", se aprovecha de estas debilidades y miedos, de hecho los fomenta, para que sigamos contratando las cosas por fuera, gastándonos dinero y teniendo resultados del montón. Insistimos si queremos resultados, de verdad, tenemos que estar implicados en el proyecto y funciona mucho mejor un buen autónomo, que conozca lo que hace y nos entienda, que la mejor empresa de marketing del mundo. La mayoría opina de otra forma, pero si tenéis tiempo y ganas, probar de esta que os decimos y veréis la diferencia, tanto económica, como de resultado.
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