El estado de ánimo de los integrantes de un proyecto, es muy importante de cara a las alarmas que se puedan generar en el mismo. Por ejemplo. si una persona está tranquila, controla lo que ocurre, y tiene claro el objetivo, aunque las cosas, vaya de mal en peor, es capaz de aguantar la calma, gestionar los problemas y, al final, acabar, más o menos bien.
Ahora bien, si en el proyecto, las cosas se desmadran, no funciona nada como debe y no se tienen claro, casi nada, los integrantes del mismo pueden perder los nervios y disparar excesivas alarmas que puede que no tengan sentido, poniendo en peligro la buena marcha del proyecto.
Pero claro, sobre el control de los proyectos, por parte de los integrantes, no se puede hacer nada, por lo que dependemos de su control, única y exclusivamente, ¿o no? Nosotros pensamos que no y, como hemos dicho en muchas ocasiones, para que un equipo pueda tener el control, debe tenerlo realmente, no teóricamente. Con esto, a lo que nos referimos es a que quien controla un proyecto, tiene al resto de satélites del proyecto a su servicio y no al revés, lo que propiciaría el segundo caso y no el primero.
Por lo tanto, una vez más, si no quieres que en tus proyectos salten alarmas innecesarias, da poder a los gestores del mismo, que toda la compañía tenga claro a quien hacer caso y sólo así, tendrás proyectos tranquilos, de otro modo, tendrás una granja de pollos sin cabeza.
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