Pues sí, muchos de vosotros, lo habréis oído de parte del mal consultor de turno, ya que es la palabra de moda. Se supone que los procesos transversales, son aquellos que unen a varios departamentos, para solucionar un problema en el que se ven implicados varios de ellos. De esta manera, ese proceso, establece las funciones de cada uno en la resolución del problema y cómo deben interactuar, para solucionarlo. Obviamente, eso es explicado muy por encima, pero para el detalle, ya tenéis a los malos consultores con sus cientos de transparencias, para que os convenzan.
La idea, como casi todo lo que piensan los consultores, no es mala, de hecho, siempre se basan en buenas ideas, con una ejecución final penosa, de ahí que les tengamos tanta manía. En primer lugar, venden la idea a la dirección, lo que es está bien, porque son los que tienen que comprarla y pagarla, pero a partir de ahí, todo es un despropósito, porque es con ellos con los que definirán los procesos y, por norma general, son los que no conocen el proceso en profundidad, creando al final, un proceso, que en lugar de aligerar, bloquea (y mucho), el buen funcionamiento del mismo.
Repetiremos, hasta la saciedad, que los que deben dar las pautas de cómo se realiza un proceso, son los que están trabajando directamente con él, ni sus jefes directos, ni los jefes de sus jefes, simplemente el que tiene el problema y ve clara cuál es su solución. Pero casi nunca es así, por lo que el "maravilloso" proceso transversal, se convierte en una carga, en lugar de en una mejora.
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