Hartos de gastos

Y, por desgracia, otra vez tenemos que hablar de política. Ahora que el @PPopular ha decidido que @EsperanzAguirre y @ccifuentes, serán la candidatas a la Alcaldía de Madrid y a la Presidencia de la comunidad de Madrid, respectivamente, nos ha dejado helados la gran idea de @EsperanzAguirre, sobre el cambio de sede del Ayuntamiento, de Cibeles, a la Plaza de la Villa, alegando austeridad. Algo parecido, quiere también hacer @AntonioMiguelC, ambos, lo tendrán que explicar muy bien, si quieren convencernos.

Sinceramente, lo vemos a diario en nuestros trabajos, el gasto incesante que hacen las empresas, moviendo a personal de un edificio a otro, de una planta a otra, en definitiva, moviéndonos. Hace poco nos encontramos con un compañero al que no veíamos desde hacía un año y nos comentó, que desde que salimos del edificio en el que estábamos juntos, había pasado por cuatro edificios. Y en las empresas privadas, salvo que te afecte, por el movimiento en sí, el gasto te podrá parecer desproporcionado o no. Ahora bien, si eso mismo lo hacen en un ayuntamiento, es un gasto que tiene que pagarse desde los impuestos de los vecinos de ese ayuntamiento, lo que ya son palabras mayores.

En nuestra opinión, si alguien considera que hay un gasto público que es muy caro, lo que tiene que hacer es hacerlo más barato, que no siempre la solución pasa por irte a otro más barato. Y en este punto nos acordamos de las películas americanas, cuando una familia hace limpieza en su casa y monta un mercadillo en la puerta, que le permite sacarse un dinero con lo que no le vale. No es que sea eso lo que se puede hacer, pero sí rentabilizar un ayuntamiento, en un edificio como el del Palacio de Correos, abriendo más zonas para visitas de turistas, por ejemplo, o creando concesiones de restaurantes, o cafeterías, que al final, hagan que el gasto del edificio, sea menor y no suponga un gasto mayor, el de volver a mover a todo el personal a otro edifico, que necesitará, como no, hacer obras, que al final, se comerán el ahorro.

Una vez más, huele a lo de siempre, obras y más obras, donde el que más o el que me menos, algo se lleva al bolsillo, lo cual es seguir fomentando la corrupción.