Viviendo en sociedad, tenemos que respetar normas, por lo que la gente que actúa visceralmente, haciendo lo que le pide el cuerpo en cada situación, se arriesga, irremediablemente, al fracaso. Por eso es importante, tener el control personal suficiente, para que las cosas que hagamos, antes las meditemos.
Si esto, lo aplicamos a la tecnología, cuando alguien se dedica a llevar los proyectos, tal y como le pide el cuerpo, se saltaría todas las normas, no seguiría los procedimientos y al final, entregaría cualquier cosa, que aunque funcionase, no sería fácil de manejar.
Y diréis, eso no es lo que nos decís habitualmente, ya que la burocracia, es algo que siempre criticáis, y nos azuzáis para que nos las saltemos, pero no es así. Es cierto que decimos, que las normas, en muchas ocasiones, hacen que los proyectos no avancen correctamente, pero tan malo es eso, como las actuaciones viscerales, que llevan inevitablemente al caos.
De ahí, que intentemos transmitiros y hacer en nuestro día a día, siempre el término medio, que es donde está la virtud, ni unas reglas estrictas que no permitan avanzar, ni el caos más absoluto.
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