Se acercan las elecciones municipales y es cuando los partidos empiezan a echarse "flores" unos a otros. El objetivo es claro, ver quien desgasta a quién, de manera que la marea de votos indecisos, avance hacia un sentido u otro. Ese desgaste, no sólo es durante la campaña electoral, es algo que se hace durante toda la legislatura y unos partidos salen reforzados y otros, perjudicados.
Pero el desgaste no es algo que suceda sólo en política, el desgaste es algo que, diariamente vemos en nuestra vida, en el trabajo, en casa, en definitiva, en cualquier lugar en el que estemos, hay alguien que intenta desgastar a otro. Y siempre gana el que más fuerza tiene y por lo tanto, aguanta más ese desgaste.
Pero, ¿podemos hacer algo contra el desgaste? Nosotros pensamos que sí, es tan sencillo como no hacer ni caso. Y es que, cuando se intenta desgastar a alguien o a algún departamento u organización, el no hacer ni caso, es lo que mejor funciona, porque ese desgaste, al único que le pasará factura, es al que intenta desgastar y al final, acaba desgastándose a sí mismo. Muchos prefieren entrar al trapo, contestar y al final, sufren el desgaste, que es lo que quiere la otra parte.
Así que, si no queréis sufrir desgaste, aplicar el refrán: "No hay mejor desprecio, que no hacer aprecio".
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