Ayer, estábamos saturados con los grupos de whatsapp, que no paraban de pitar y pensamos, hace muy pocos años, podíamos vivir sin esto, y ahora, hasta nos causa estrés. Por esa razón, decidimos silenciar los grupos tremendamente activos y evitar que nos notificasen sus mensajes. El resultado fue, en un primer momento, una sensación de abandono, como que nos faltaba algo, de hecho, mirábamos de vez en cuando el whatsapp, pero sin entrar en los grupos. Pero al cabo de esos primeros momentos, la liberación fue total, no nos importaba nada y estábamos muy tranquilos sin oír pitidos sin parar.
Esto nos demuestra, que algunas de las nuevas tecnologías, son tan adictivas como cualquier otra droga y dignas de hacer estudios, como los que hacen, incluso, de ser tratados algunos problemas, por especialistas, por la ansiedad que causan.
Las tecnologías están muy bien, pero hay que tener mucho cuidado con ellas e intentar que no nos sobrepasen, o nos pasarán factura, más pronto que tarde. Todos los medios de comunicación, teléfono móvil, correo electrónico, whatsapp, redes sociales, son útiles, si no se nos va la mano. En el momento en que tienes miles de mensajes en cualquiera de esos medios, dejan de ser útiles, para pasar a ser una carga.
Pensar que se puede vivir sin ello y dejarlos durante las vacaciones y días festivos, vuestra salud mental os lo agradecerá.
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