Cuando la dirección comente un error, al igual que en política, hay que buscar un culpable, normalmente de los que de verdad se implican y trabajan para asignarle el marrón, de manera que la dirección mantenga su puesto y ruede alguna cabeza, para poder justificarse.
A nosotros nos parece una mala práctica y fácilmente identificable, porque, por norma general, estas direcciones, suelen salir siempre en los proyectos conflictivos, lo que hace que debas sospechar, de su mala gestión.
Ahora bien, como decíamos al principio, al igual que en política, todos esos que pretenden mantener su puesto asegurado, a costa de quien sea, tienen montados sus pequeños grupos protectores, que hacen que entre ellos se defiendan, dando lugar a que se incrementen los puestos de dirección muy deficientes.
Esperamos que todo esto, una vez más, como en política, se vaya regenerando que entren personas que sepan valorar a los que trabajan y no a los que les pueden ascender y esperemos que dentro de no mucho, las cosas funcionen de otra manera.
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