Todos conocéis nuestra, vamos a decir manía, a los directivos (no todos, pero sí una gran mayoría) en España. Y es que, desprecian completamente al que nosotros consideramos el verdadero trabajador y eso, está realmente feo.
Por mucho que un arquitecto pinte (permitirnos la licencia) una casa, como tenga a unos buenos trabajadores, que sean capaces de plasmar el papel, a las tres dimensiones, su proyecto quedará en nada. Ahora, eso sí, las flores y lo maravillosa que es la obra son todo mérito suyo.
Pues bien, en el mundo de la informática, cuando los directivos, desprecian completamente el ingente trabajo de los programadores, sin los cuales, nada de lo que usamos funcionaría, nos desespera. Y es que, no es tan sencillo hacer las cosas, comos los directivos piensan, ya que, tirando tres líneas en una presentación, dan por hecho, que eso es lo que hay que hacer en dos minutos. Eso sí, el que prueba el software, el que lo corta y pega en las máquinas, el que da el visto bueno para su puesta al público, en definitiva, los que menos pintan, necesitan todo el tiempo del mundo para hacer su trabajo.
De verdad, valorar mucho a los que trabajan de verdad, a los que conocen las tripas de las cosas, sin ellos, por muy bonito que hagáis las cosas los directivos, no tendréis NADA.
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