No hay nada peor en el mundo que la prepotencia. Cuando alguien se cree superior y mejor que otros, pude cometer el error de ser prepotente y pensar que es la solución a los problemas de todos. Pero se puede volver contra él, porque el resto, que le verá venir, hará todo lo posible por evitar que ese prepotente le proporcione la solución.
Y es que muchas personas, empresas, grupos,... necesitan, de vez en cuando, una cura de humildad, pero no es sencillo. Y no es sencillo, porque cuando se intenta dar una cura de humildad a un prepotente, puedes salir escaldado, porque además de prepotente, tenga ases en la manga que desconozcas y con ellos, jugar a tu contra, dejándote fuera de juego.
Por eso, cuando tengas un prepotente enfrente, juega a su juego y en el último momento, cambia tus cartas, haciendo que quede retratado, de manera que acabes con su prepotencia y la uses en tu propio beneficio.
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