Cuando estás haciendo algo y además, como es normal, quieres que salga adelante, sólo tienes una opción, olvidarte de tu entorno y ponerte a hacerlo, como piensas que es mejor.
Decimos esto, porque, por normal general, todo el nos rodea, sólo verá las contras de tu idea y si les haces caso, lo más probable es que no la pongas en marcha. Sin embargo, si vas a tu aire, haciendo las cosas como piensas que deben hacerse y sin pensar en qué harán los demás en exceso, casi con toda seguridad, triunfarás.
Lo malo, es que en esta sociedad, los prejuicios, las habladurías,... en definitiva, tu entorno, es muy poderoso a la hora de decidir sobre tu vida y claro, al final, tomas decisiones, que después de un tiempo, ves completamente erróneas y te preguntas porqué harías caso.
Por lo tanto, no pienses tanto, infórmate bien de lo que vas a hacer y cuando lo tengas claro, ponte manos a la obra. Verás como en poco tiempo, lo que llevabas en tu cabeza pensado, empieza a hacerse realidad.
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