No sabemos cuánto de eléctrico, pero va a pasar por la electricidad, casi todo. Llevamos bastante tiempo, buscando un transporte alternativo al coche, pero claro, para distancias largas, es complicado encontrar algo que lo mejore, ya que tiene rapidez, capacidad y autonomía. Las dos primeras un coche eléctrico las puede dar, pero la tercera, no. Ahora bien, para las cortas (incluso medias) distancias, tenemos más opciones, esas son las que llevamos tiempo dando vueltas.
Para ir trabajar en una ciudad, donde hay atascos, aparcar es complicado y no necesitas dos de las cosas que tienen un coche, la rapidez y la capacidad, ya que la primera no la usarías y la segunda, como mucho llevas un maletín, el coche es un auténtico engorro. Y además, por norma general, el punto débil del coche, la autonomía, en una ciudad, no es un problema, ya que las distancias son más que cortas. Ahí es donde los vehículos eléctricos, ganan la batalla.
Y pensamos en una moto de gasolina, pero al final, entre averías, mantenimientos y demás, se va mucho dinero, que tampoco era el objetivo, por lo que pasamos a buscar alternativas eléctricas. Lo primero que quisimos probar fue el monociclo eléctrico, pero claro, la capacidad del mismo, es lo que puedas tú llevar y, aunque sólo sea un maletín, lo tienes que llevar tú, y en caso de caída, para equilibrarte, etc... es un obstáculo. Luego pensamos en una moto eléctrica, de manera que se soluciona el problema, ya que debajo del asiento, caben suficientes cosas, como para poder moverte sin problemas. En este caso, las pocas opciones que hay, los precios que tienen y el poco servicio postventa experimentado, nos echó para atrás. Al final, después de probar de casualidad en nuestras vacaciones una bicicleta eléctrica, lo vimos bastante más claro, entra en precio (y no son baratas), tienen más tiendas especializadas y que dan mantenimiento y se mueven, casi, como una moto. La capacidad es mucho menor, pero en el transportín o un cofre acoplado puedes llevar de todo.
Nos hemos decidido, para empezar en esta aventura, por una muy barata (y no lo es), de Decathlon, de manera que estemos donde estemos, tengamos servicio técnico y con los dos años de garantía que tiene, esperamos que sea tiempo suficiente, para ver si compensa, o es otro desastre. La elegida por nosotros ha sido una plegable, la B'Twin Hoptown 500, de manera que al llegar al trabajo, la podamos dejar dentro, lejos de la intemperie, ya que, aunque nos aseguran que no pasa nada, la electricidad y la humedad, no se deben llevar muy bien.
Ya os contaremos cómo acaba la historia, pero de momento, no empieza mal.
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