Se dice que no se debe mezclar el trabajo con el placer, y es cierto, ya que uno de los dos, se pegará un castañazo. Ahora bien, si quieres hacer equipo, es importante que en el trabajo, la gente esté a gusto, lo que no significa que te lleves el trabajo al terreno personal, porque es cuando te saldrá mal.
Llevarse bien con los compañeros de trabajo, como siempre decimos, es fundamental. Hacer equipo, salir de vez en cuando a tomar unas cervezas, en definitiva, tener un ambiente distendido, en el que trabajar no sea una tortura. Ahora bien, hay que dejar claro, quien es el jefe, qué hay que hacer, cómo hay que hacerlo y cuándo hay que hacerlo.
Por lo tanto, aunque seas un jefe estupendo, que escucha, que se toma cervezas y se echa unas risas con tus subordinados, si alguno piensa que por eso, puede marearte, se lo tienes que dejar claro, le llamas al orden, le explicas que una cosa es el ambiente distendido y otra muy distinta, no hacer tu trabajo.
Sólo llevando un perfecto equilibrio entre la amistad y el trabajo, podrás llevar adelante el equipo, de otra manera, te liarán. Es como los padres que son amigos de los hijos, está muy bien, pero si se pasan de la raya, debes dejarle claro que, antes que amigo, eres su padre.
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