Cuando no teníamos redes sociales, ni teníamos Internet hasta en la sopa, si te enfadabas con alguien, simplemente dejabas de hablar con él y evitabas cruzarte con él. Pero ahora, hemos evolucionado y tenemos que darle de baja de todas las redes sociales. Tenemos que dejar de seguirle en Facebook, Twitter, instagram y cómo no whatsapp.
Igual a nosotros nos pilla mayores, porque realmente nos da igual ese tipo de enfado, pero entre la generación tecnológica, es una gran ofensa que te dejen de seguir, es casi tantán ofensa, como si te pegasen. De hecho, si por error dejas de seguir a alguien, o te ofrece amistad desde esas redes y no la aceptas, lo consideran como algo grave, por mucho que expliques que tú pasas de esas cosas.
Al final, lo que vemos es que la vida tecnológica paralela que tenemos, es ya más importante que la real. Deberíamos plantearnos si no se nos está yendo de las manos esto de la tecnología y recapacitar, para recuperar la vida de verdad, que es la de las relaciones humanas de tú a tú, que son las que de verdad deberían funcionar, usando la tecnología, para lo que es, acercarnos, cuando el trato humano es complicado, porque que estemos muy lejos unos de otros, por ejemplo.
Aunque quizá estemos un poco mayores y no seamos tan tecnológicos como pensamos, y el futuro sea ese, el relaciones tecnológicas, que serán las más importantes en el futuro. Deseamos que no sea así, pero mucho nos tememos, que es hacia dónde nos dirigimos. En nuestra opinión, sería una pena.
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