En las grandes empresas y administraciones, es normal tener un comité de empresa que se encarga de velar por los derechos de los trabajadores. Nosotros, hace tiempo, estuvimos montando un comité de empresa en una en la que trabajamos. Lo intentamos por libre, ya que queríamos ser independientes y darnos cuenta que era muy complicado, ya que cualquier filtración, acababa con el despido de alguno y desmontaban el intento. Como vimos que no había manera, acudimos a CCOO (habría dado igual ir con UGT, CSIF, o el que se os ocurra), y todo fue sencillo, se hizo la candidatura, todo se gestionó desde el sindicato y conseguimos montar el ansiado comité.
Pues bien, ahí nos dimos cuenta que este mundo está montado, para que los sindicatos tengan esos beneficios, de manera que sean otro poder más, dentro de la corrupción de poderes y, lejos de defender, de verdad, a los trabajadores, van buscando su propio beneficio. Se dio el caso, de pedir la defensa ante una injusticia hacia dos miembros del comité y la solución que consiguió el sindicato, fue acatar el expediente que abrió la empresa, a cambio de obtener unos liberados para el comité.
Por lo tanto, hemos dejado de creer en los sindicatos, como defensores de los empleados y si queremos defendernos, tenemos que hacerlo sólo nosotros, eso sí, uniéndonos ante las injusticias. En la administración, el problema que hay es que están demasiado metidos dentro del propio sistema, por lo que todo hay que negociarlo con ellos, que, como hemos dicho antes, sólo le importa el sindicato, no los trabajadores.
Lo que más pena nos da, es ver cómo los que engrosan sus filas, realmente piensan que les defienden. Por otro lado, nos alegra que no se hayan tenido que ver en un lío importante, en el que se den cuenta que al sindicato, si consigue algo para ellos, su lío, le importará NADA.
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