Muchos empleados, cuando ascienden en la empresa y llegan a tener un cargo de cierta relevancia, no se dan cuenta que deben un ejemplo para el resto. Los grandes empresarios, suelen brillar por estar mucho tiempo en la oficina, llegan pronto y se van tarde y es que, dar ejemplo al resto, sirve para que ninguno se relaje.
Un buen director, no deben tener miedo a hacer cosas, que se supone que tienen que hacer uno de sus subordinados, de hecho, si él es capaz de hacerlo y, sobre todo, entender la complejidad de lo que se hace, será capaz de dar mucho mejor las órdenes. Y si un director, llega pronto y se va tarde, tiene el derecho de exigir lo mismos a subordinados.
Pero claro, cuando muchos llegas a esos niveles, como decimos siempre, suelen llegar maleados y por enchufe, por lo que no dan la talla, y simplemente se creen con poder para hacer lo que les venga en gana y eso, por desgracia, lo que consigue es que los que tiene a su cargo, lo tomen por el pito del sereno y no hagan lo que tengan que hacer.
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