Cuando estás haciendo algo, sea lo que sea, si tu entorno no lo valora, te desanimas y con desánimo, es muy complicado seguir adelante.
Cuando hablamos de "tu entorno", no nos referimos a tu equipo de trabajo, al que se le supone que sí te apoya y entiende qué es lo que estás haciendo y cómo, nos referimos a todos aquellos a los que tu trabajo afecta y por los que estás trabajando. Es complicado que todos lo acepten y entiendan que hacer las cosas, no siempre es tan sencillo como pueda parecer, pero sí esperas que al menos, te apoyen.
Por otro lado, el egoísmo del que tanto hablamos, hace que los que sí se dan cuenta que estás haciendo cosas, no lo alaben, porque consideran que es tu obligación y claro, sólo salen a relucir aquellos que consideran que no estás haciendo lo suficiente.
Así que lo único que puede servir para animarte, es que tu equipo valore tu trabajo, y que sobre todo, tu conciencia, esté tranquila, porque pones todo lo que estimas necesario para sacar adelante tu trabajo. Si tu conciencia es la que dice que no haces lo suficiente, es cuando debes plantearte, si debes cambiar la forma de hacer las cosas, porque lo estás haciendo mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.