Cuando te embarcas en cualquier proyecto, lo haces, por norma general, con muchísima ilusión, pero en muchas ocasiones, casi siempre gracias a unos pocos, se pierde la ilusión.
Y se pierde la ilusión, porque preparas el proyecto, para que las cosas salgan bien, contentes a todos y una gran mayoría, salgan realmente contentos. Lo que ocurre, demasiadas veces por desgracia, es que si a la gran mayoría les gusta, la minoría a la que no le gusta hace mucho más ruido y parece que es todo un fracaso, lo que acaba en esa pérdida de ilusión.
Deberíamos acostumbrarnos a ser más positivos, valorar el trabajo de los demás, el esfuerzo por hacer las cosas bien, en definitiva, que se oiga más a esa mayoría, que a la minoría disgustada. Pero va a ser mucho pedir y al final, la ilusión se perderá y se trabajará a disgusto, haciendo que no avancemos y dejemos las cosas "como siempre", ya que cualquier cambio, llevará consigo la pérdida de ilusión de su promotor y con ello, seguir como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.