No nos damos cuenta, pero la tecnología, está para ayudarnos y usarla como no se debe, lo único que nos trae son problemas que impiden que avancemos con la velocidad que se pretende, en caso de utilizarla bien.
Este problema lo encontramos muy a menudo en la administración. No entendemos bien porqué a los funcionarios les cuesta mucho, asumir que tienen que usar aplicaciones, que pretenden simplificar nuestro trabajo y que ayudan a que todo funcione mejor.
Y lo que está claro, es que cuando empiezan a usarlo a regañadientes, empiezan a descubrir sus bondades y luego no pueden vivir sin ella.
La aplicaciones que se crean para cualquier cosa, se basan en lo que hacemos en el día a día, pero se les da el respaldo informático a lo que tienes en papel o en tu cabeza. Con eso, lo que se consigue es que por un olvido de alguien, por la pérdida de un papel, porque alguien cae enfermo, lo que sea, todo lo que lleva esa persona, está en la aplicación y simplemente creando un nuevo perfil a otra persona, con las funciones del que falta, todo estará igual.
Y además, casi todas las aplicaciones dan mucha información de mucha utilidad, tanto para el empleado como para los superiores y los clientes. En definitiva, que no nos enfrentemos a las aplicaciones, no vienen a quitarnos el puesto de trabajo, vienen a quitarnos trabajo y con ello estrés y a darnos calidad de vida y conciliación de la vida laboral y familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.