A nadie nos gusta que nos traten duramente, pero es cierto que cuando alguien se porta bien y muestra cierta debilidad, solemos aprovecharnos, para intentar ser duros con esa persona. Aquí, volvemos, sintiendo mucho ser pesados, a ser egoístas. Y somos egoístas, porque no nos gustar que nos traten de malas formas, pero en cuanto podemos lo hacemos.
Por eso, hemos titulado esta entrada como "La importancia de ser duro" y es que, si eres duro, te criticarán, pero al menos serás bastante respetado. Aún así, a nosotros no nos gusta esa forma de ser, por eso, destacamos la importancia de serlo, pero intentar no serlo. Y aquí, es donde creemos que está la virtud, debemos ser duros, cuando tenemos que serlo, esto es, cuando veamos que alguien nos toma el pelo y tendremos que dar un golpe en la mesa, para que sepan quien es el que realmente manda (si es que tienes mando) o quien quiere realmente convencer al resto, si es que nadie te escucha.
En definitiva, que es importante ser duro, pero nunca un tirano, por lo que hay que dosificarse y encontrar, como en casi todo, el medio, que es donde está la virtud.
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