Es impresionante, como nos exigimos muy poco por nuestro trabajo y siempre consideramos que nos explotan, pero cuando pagamos por algo, exigimos mucho más de lo que a nosotros nos exigen. Y es que, como decimos muchas veces, somos tremendamente egoístas y la vara de medir no es la misma, si es para nosotros, o si es para otros.
Las cosas cuestan dinero y no puedes exigir que algo se haga rápido, si lo que estás pagando es para hacerlo lento. Exigir rapidez, cuando no la estás pagando es explotación, pero eso, a nosotros nos da igual, porque pagamos. Y eso, es lo mismo que ocurre cuando tu empresa te exige, te está pagando y lo quiere ¡ya!, igual que tu, salvo que esta vez, la que paga es la empresa y el que trabaja eres tú.
Hacer un examen de conciencia y pensar en las veces que vais a un restaurante, a un supermercado, en definitiva a cualquier sitio al que le estés pagando y revisa, si exiges lo que estás pagando, o estás explotando, como crees que te explotan a ti.
Que este año que está empezando, intentemos todos ser menos egoístas y nos pongamos un poco en la piel del que tenemos al lado, seguro que si todos lo hacemos, las cosas irán infinitamente mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.