Cuando estamos negociando cosas con cualquiera, hay que andar con pies de plomo, ya que cualquier paso en falso, podría mandar al traste todo lo que se esté haciendo.
Y es que en las negociaciones, todos tienen que ceder, unos por otros, hay que llegar a un punto medio, en el que todas las partes estén a gusto, de manera que al final, el resultado, sea lo más aproximado a todas las partes.
Pero cuando se negocia siempre hay partes que se empeñan en tensar la cuerda, simplemente, porque piensan que lo que tienen que conseguir, es un punto u otro, a toda costa. Hacer eso, lo que implica en que, en ocasiones, se tense tanto la cuerda, que se llegue a romper, lo que lleva a una rotura de las negociaciones, que pueden dar al traste con el objetivo.
Por eso, como dice el título, siempre que negociéis, no tenséis mucho la cuerda, dar tirones, que te permitan acercarte a tu objetivo, pero sin mantenerla tensa demasiado tiempo, para no romperla. Os aseguramos, que el resultado, casi siempre es más satisfactorio.
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