Aunque estamos ante una sociedad muy conectada, a través de redes sociales, teléfonos móviles, chats, etc... el no saber, o no tener claro cómo usar cada medio, hay veces que nos desconecta más que conectarnos.
Un ejemplo puede ser, cuando alguien, que organiza reuniones, en lugar de crear un grupo en Whatsapp, por ejemplo, para informar de las mismas, informa a cada integrante de forma individual. Hacer esto, hace que corras alto riego de dejarte a alguien fuera y que no se entere de las convocatorias.
Como el ejemplo hay muchas más cosas que suceden a diario y que hace que nos comuniquemos menos, de lo que podríamos. En las empresas, una de las cosas que se debería hacer es potenciar la forma de comunicarse, e incluso dar pequeños cursos, para que todos sus empleados, lo usen de manera eficiente e igual, de esta manera se optimizan los desplazamientos a reuniones, y por lo tanto, al final, optimizas el tiempo que tus empleados están haciendo trabajo efectivo, que es el que, al final, verás reflejado en tu cuenta de resultados.
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