Después del fiasco con fitbit, hemos buscado diferentes pulseras de actividad, para seguir monitorizando nuestra actividad y nos hemos dado cuenta, que si no lo controlas, estás más relajado, ya que dejas de apuntar las comidas, que servían para controlar lo que ingieres y lo que gastas, dejas de agobiarte porque no llegas a los pasos, en definitiva, dejas de agobiarte por la cantidad de información que dan las pulseras.
Así que tomada esa decisión, hemos decidido borrar todos los perfiles que teníamos dados de alta en las redes, para intentar no obsesionarnos con ello. No descartamos comprar otro monitor de actividad, eso sí, no recopilaremos tantos datos, que al final no haces nada con ellos y están almacenados en servidores, que no sabes bien qué se hará con ellos.
Y sí, quizá esta forma de pensar, no vaya mucho con nosotros, ya que deberíamos aceptar que todo esté en la nube, pero cuando están datos muy personales, colgados en servidores que desconoces quien administra y cómo, la cosa cambia un poco. De hecho, nos creamos, por probar un perfil en Google Fit y también hemos decidido borrarlo. Veremos cuanto nos dura esta decisión.
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