Con el caos que se montó ayer en muchas ciudades, a nosotros lo que más nos llama la atención son los comentarios de la gente. Se suele tender a culpar a los políticos, ya que por estar al frente de un gobierno, estas cosas las tienen que controlar. Pero lo que no nos damos cuenta, es que el ser humano se piensa que puede controlarlo todo, hasta la naturaleza.
Y decimos esto, porque nos empeñamos en vivir en sitios donde no nos molesten los bichos, donde los árboles sean naturales, pero como los de plástico, esto es, que crezcan a nuestro gusto, que las calles se autolimpien, en definitiva que esté todo como nos gusta a cada uno. Y hemos remarcado "como nos gusta a cada uno", porque esa frase, que es cierta, es totalmente imposible de cumplir, ya que lo que le gusta a uno, no le gusta al vecino y por lo tanto, siempre uno de los dos estará descontento.
Y claro, en esta obsesión por controlarlo todo y por intentar que la naturaleza haga lo que a nosotros nos dé la gana, llega un día y pone claro que este planeta, las cosas se hacen como ella quiere y te trae vendavales, granizo y agua toda la que quieras, intentado con ello, hacernos ver que es ella la que manda. La pena es que siempre hay idiotas, que siguen pensando que tenemos que gobernar la naturaleza. Y por eso nosotros decimos que la naturaleza es maravillosa y sólo nos da avisos, en lugar de mandarnos a todos a hacer gárgaras, que muchas veces, es lo que nos merecemos.
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