Ahora que muchos estamos de vacaciones, nos damos cuenta de lo que nos preocupamos por tonterías, permanentemente. En el trabajo, cuando diriges un proyecto, es necesario preocuparse, planificar, adelantarse a los problemas, vamos, lo que os contamos de vez en cuando. Pero todo eso, para la vida real, el día a día de cada uno, no debe ser así.
Está claro que debemos hacer números ante una gran compra, como una casa, está claro que si vamos a comprar un coche, tendremos que mirar, hasta encontrar el adecuado, pero de ahí a preocuparnos y planificar cada minuto, hay un gran paso. Y es que, nos tenemos que dar cuenta, que el pasado, es pasado y no volverá y el futuro, sólo Dios sabe si lo vamos a vivir.
Ahora mismo, estás aquí, disfruta el momento y disfrútalo con ganas, porque quizá, sólo Dios sabe, será el último.
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