Ser imprescindible

Muchos se creen que son imprescindibles, pero están muy lejos de la realidad, ya que nadie es imprescindible. Se tardará más o menos tiempo en asumir el trabajo de la persona que deja el puesto, pero al final el equipo lo llevará.

Ahora bien, lo que sí puedes ser es declararte manifiestamente prescindible, haciendo ver a los que tienes a tu alrededor, que cuando quieran pueden echarte a la calle. Eso, es quizás mucho más importante, que creerse imprescindible. Y lo es, porque para nuestra desgracia es la herramienta que usan muchos en las empresas, para tener al personal asustado y haciendo cosas que no deberían hacer, con tal de no perder su empleo.

Ya os lo hemos contado muchas veces, que nosotros solemos hacerlo, de manera que por ahí, no te tengan enganchado y, de momento, nos funciona. No es fácil y tienes que tener un nivel de vida, bastante acorde con el trabajo que tienes, ya que si gastas más o vives por encima de tus posibilidades, es imposible que tengas tu la sartén por el mango. Pero de verdad que es posible y unido a ser positivo, estando seguro que encontrarás trabajo, si perdieses el que tienes, seguro que al final, consigues que te respeten en el que estás.