Cuando además de tu trabajo normal, tienes que tener atención al público, ten por seguro que una de las dos cosas (o las dos), no las harás correctamente. Y es que en las empresas no se dan cuenta que un puesto de trabajo que atiende al público, no se le debe exigir el mismo nivel de producción, fuera de la atención al público, que a una persona que no tiene esa atención.
Muchos pensaréis que eso no debe ser así, ya que, salvo el rato que está con alguien, el resto puede trabajar a tope. Y eso no es así, ya que si estás centrado en sacar un trabajo y entra una llamada, alguien preguntando, un correo urgente, en definitiva, algo que te distrae del trabajo que estás haciendo, no podrás seguir con ese trabajo, tendrás que atender lo que sea y luego volver a centrarte en lo que estabas haciendo, retomarlo y seguir. Si estás así de continuo, como podréis entender, no es posible producir lo mismo que alguien que no tiene esa atención al público.
Así que ser comprensivos con los empleados que atienden al público, porque suelen trabajar a otro ritmo y necesitan no tener presión para hacerlo bien.
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