Cuando se hace una actualización de software y se sabe, que después de aplicarla, al iniciar la aplicación tardará bastante en hacerlo, por todo lo que tiene que aplicar tras su reinicio, debemos avisar al usuario. Y debemos hacerlo, porque no hay nada más molesto, que intentar arrancar una aplicación para hacer algo y quedarse pegado al ordenador, esperando a que arranque. Y no digamos ya si encima tenemos prisa.
Por eso, es fundamental avisar al usuario de este hecho, antes de acabar la descarga de manera que sea consciente de ello. Así, lo más probable es que haga el reinicio en el momento de la actualización, para evitar que en el siguiente arranque, tenga que obligarse a esperar.
La verdad es que algunos lo hacen, pero son los menos. Es cierto que lo mejor es lo contrario, que las actualizaciones sean transparentes para los usuarios, pero para ello, los arranques tendrán que ser inmediatos y tener las aplicaciones con funcionamiento normal, como si no se estuviese haciendo nada con ellas y cuando eso no sea posible, informar al usuario del ese hecho.
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