Cada vez estamos más metidos en las relaciones electrónicas, sobre todo con las administraciones. Esa relación electrónica aporta facilidad a los ciudadanos para poder hacer de todo, sin moverse de sus dispositivos electrónicos. Eso sí, la administración, como casi siempre, va unos pasos por detrás del resto del planeta, lo que hace que sea complicado relacionarse electrónicamente con ella.
Gran parte del problema, a parte de la relación electrónica, es el miedo al cambio que tienen, principalmente, los funcionarios. Y es que, llevan tanto tiempo acostumbrados a hacer las cosas en papel y de manera tradicional, que el salto a lo electrónico, les agobia. Y decimos que gran parte del problema es ese, porque no son pocos los funcionarios, que se agarran como a un clavo ardiendo para no dejar hacer las cosas, "como siempre".
Y claro, si los que trabajan de cara al público, cortan la entrada por ese canal, lo único que consiguen es que el canal no arranque. Y el mayor impedimento es la manía, como hemos dichos muchas veces, de hacer de manera informática las cosas, de la misma forma que manualmente, por lo que los procesos no se automatizan como debe. Sólo cuando algún funcionario piensa claramente lo que se ahorra haciendo las cosas informáticamente, es cuando se avanza en este complicado proceso y eso pasa, por que las plantillas se renueven, cambiando personal no digital, por personal digital, que, por desgracia, pasa por rejuvenecer la plantilla, algo que en la administración es harto complicado.
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