La mejor manera de defender una idea es hacer una presentación, que explique la idea llevando a los que lo vean, desde el origen de la idea hasta su implantación.
Esas presentaciones, no deben pesadas, de hecho, debe ponerse muy poco texto y muchas imágenes o gráficos, que permitan que los que lo vean, no estén pendientes de leer, ya que el texto será poco y debe servir para que quien lo presente, pueda guiarse de ese texto, para poder hacer la exposición. Las imágenes y gráficos harán que los oyentes estén escuchando, sin aburrirse.
Encontrar el equilibrio entre texto e imágenes es fundamental para conseguir la atención de los oyentes, sin perderles. No es sencillo y cuantas más presentaciones hagas, más habilidad tendrás al hacerlas y verás que poco a poco, serás capaz de hacerlo mejor y lo verás, por la atención que te presten y lo cómodos que os encontraréis al tener la presentación como referencia de tu explicación.
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