En muchas ocasiones, cuando se envía algo a alguien, pensamos que el que lo va a recibir, sabe qué hacer con lo que se envía, pero no siempre es así, de hecho, casi nunca sucede.
Por eso, cuando envíes algo, aunque el que lo reciba pueda pensar que le tratas como si fuese idiota, es mejor que piense eso y pueda abrir lo que envías, a que llegado el momento, te digan que lo que le enviaste no ha sabido lo que hacer con él.
Y lo mejor, es mandar un pequeño "manual de uso", lo más gráfico posible, que permita a cualquier hacer uso de aquello que se envía, de ese modo, sabrá perfectamente qué hacer y no podrá echarte en cara, que no le han mandado nada.
Esos "manuales", como decimos, deben ser muy gráficos, en el caso de algo informático, lo mejor es simular que lo has recibido y montar un pequeño "manual", con pantallazos, paso a paso, que tiene como fin, enseñar el objetivo de tu envío.
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