Cuando tienes que hacer una exposición en público, una de las cosas que tienes que dominar sí o sí, es el miedo escénico (nervios, tensión, pánico,...como quieras llamarlo). Y tienes que hacerlo, porque de quitarse ese miedo, depende mucho cómo quedes con tu audiencia, ya sea real, o virtual.
Es cierto que no es nada fácil hacerlo, es más, si eres muy tímido, es casi imposible. Lo que es cierto, es que la práctica hace que poco a poco te vayas olvidando de dónde estás y te centres en lo que haces. Por eso, puedes empezar a hablar con tus familiares, luego con amigos y luego en reuniones, de manera que poco poco, vayas superando ese miedo escénico, hasta que desaparece.
Para esto, lo que más ayuda es cumplir años, ya que con la edad, cada vez te dan más igual las cosas y con ello, al final, das charlas, como si estuvieses con amigos, entablando unas charlas muy amenas, que crean un ambiente distendido que tanto tú, como tus oyentes, agradeceréis.
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