Cuando diriges una empresa, una de las cosas que más debes cuidar es que no existan desigualdades entre empleados. Y esas desigualdades que hay que cuidar son tanto las económicas, como las laborales, entendiendo por laborales las tareas que asignes a cada empleado, sean proporcionales a su sueldo y capacidades.
Sabemos que es complicado, pero este tipo de problemas, casi siempre llevan asociado el que haya "piques" entre empleados, se genere un mal ambiente y, como decimos siempre, ese mal ambiente se note en la productividad de la empresa, que es lo que nos importa como responsables de la misma que somos.
Así que procura hacer pocas distinciones, que cada palo aguante su vela y eso sí, cuando alguno no cumpla como todos los demás, si es necesario prescindir de él, hacerlo, porque uno malo, puede hacer malos a mucho que son perfectamente válidos, por lo que hay que cortar de raíz y el resto notará esa presión por las cosas bien hechas.
Quizá esto, que se pude hacer en la empresa privada, es una de las cosas que en la empresa pública, que no puede hacerse, lleve a que funcione como funciona, lenta y mal.
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