En muchas ocasiones, por querer ayudar, lías más de lo que resuelves. Siempre decimos que el que no hace nada, no rompe nada, y es absolutamente cierto, ahora bien también los hay que se pasan por el lado contrario y quieren ayudar en todo, sin darse cuenta, que llega un momento, en que pueden entorpecer.
Una vez más en el centro está la virtud, ni no hacer nada, ni querer hacerlo todo. Debemos dedicarnos a lo que sabemos, intentarlo hacer lo mejor posible y con ello, aportar nuestro valor al equipo. Y eso sí, siempre que nos pidan ayuda, intentar ayudar. Pero tomar decisiones sin contar con el equipo y queriendo abarcar zonas que desconocemos, sólo traerá problemas.
Por lo que para terminar, cerramos con un refrán: "Zapatero a tus zapatos".
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