Es impresionante ver cómo muchos directores, empiezan con los cortos para hacer sus propias películas y lo que les cuesta, no sólo con la creatividad de hacer un guión de preparar toda la infraestructura que necesitan, de poner dinero, casi siempre de su bolsillo, para contar al mundo lo que ellos quieren y en definitiva para entretenernos.
Además se les complica el que le dejen espacios para hacer esos cortos, donde muchos ven que la industria del cine, da mucho dinero y por ello, aprovechan para intentar cobrarles cifras que hacen inviable su grabación, por lo caro que es el alquiler de equipos, de personas, etc... si además se les "sangra", con las localizaciones.
Cada vez más administraciones intentan que esos gastos de localizaciones, sean más livianos, aunque sólo sea, por una parte egoísta, que es dar a conocer un pueblo, pero por otra, por estar comprometidos con esas causas, que al fin y al cabo, es cultura, a la que hay que apoyar, para que no desaparezca.
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