El otro día compramos una cámara IP. La configuración es muy sencilla, te bajas una aplicación, la conectas y desde la aplicación manejas la cámara. Ya comentamos el otro día que cada cámara lleva su aplicación, incluso siendo de la misma marca con modelos distintos, lo que es incomprensible. Pero aún más que eso y lo que nos preguntamos en esta entrada, es porqué se hace así. Está claro que la cámara envía la información a la APP y desde la APP, se envía información a la cámara, pero ¿por qué no dejan que la cámara sea autónoma y te conectes a ella sin la APP? En nuestra opinión porque para algo usan la información de tu cámara, pasando por sus servidores. De hecho, según la wifi a la que se conectan, saben dónde está la cámara, lo que hace que puedan controlarte.
Con la cámara que nos compramos, estamos haciendo pruebas para acceder directamente a ella, de momento sin éxito, pero lo conseguiremos y así, nos quitaremos de los servidores intermedios. Si invocamos a la cámara, nos pide un usuario y contraseña, que entendemos que es el que usa la APP para "hablar" con ella. Una vez tengamos esa clave, la cámara será nuestra de verdad y podremos quitarnos de en medio a la compañía que la suministra.
Así que si compráis una cámara barata y fácil de configurar, valorar si queréis que alguien, a parte de vosotros tenga vuestras imágenes, o bien, comprar un sistema robusto, más caro, pero controlareis al 100%, sin necesidad de trastear con la barata, para conseguirlo.
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