Todas las empresas buscan agradar a sus clientes, de manera que estén contentos y con ello, se mantengan en la empresa. Ahora bien, hay ocasiones en que, por diversas razones, se olvidan de un cliente y no le dan un buen servicio, por lo que al cliente no le queda más remedio que exigir que se le respete, o al menos, que se respete el contrato que tienen con él.
Y en muchas ocasiones, para eso, el cliente tiene que tomar algunas decisiones, que las empresas no siempre agradecen, pero que les dan un toque de atención y que activan que ese cliente necesita "cariño". Entre ellas, la que más usamos es la devolución de recibos. En el momento en que devuelves un recibo, en la compañía saltan las alarmas y directamente, el problema que tengas, quedará resuelto.
Así que ya sabéis, si alguien se desmadra un poco más de la cuenta, no os volváis locos con llamadas, quejas, etc... simplemente devolver la factura y esperar su llamada, para que se pongan las pilas en hacer bien, lo que sea que estén haciendo mal.
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