El otro día un compañero nos dio un dinero que nos debía y que estábamos seguros que ya nos había devuelto, pero insistió mucho, así que lo cogimos. Pero una vez revisadas las cuentas (que controlamos mucho), nos dimos cuenta que, como pensábamos, ya nos los había devuelto, así que haciendo memoria, nos acordamos cuándo nos lo devolvió y procedimos a devolverle de nuevo el dinero.
Y luego, muchos se meten con nosotros por controlar el dinero, pero es la única manera de, por un lado saber lo que tienes y por otro, tener controlado dónde va y dónde puedes recortar en caso de ser necesario. Es cierto que, en muchas ocasiones, puede parecer una obsesión, ya que nos volvemos locos buscando en qué se ha gastado algo y no encontramos ese "qué", pero siempre es mejor que pagar algo dos veces, sin tener que hacerlo.
Así que quizá, como siempre, en el centro esté la virtud y no es bueno ni controlar mucho, ni tener un absoluto descontrol, pero desde luego, un pequeño control del dinero, es imprescindible.
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