Como si de una colcha de "patchwork" se tratara, hay equipos en las empresas que están hechos de personas, salidas de otros departamentos y contra todo pronóstico funcionan como un reloj. ¿Por qué ocurre ésto? Es muy sencillo, tienen al frente a una persona que sabe sacar lo mejor de las personas con las que trabaja y les inculca unos valores que hacen que todo funcione, como debe funcionar.
Ahora bien, eso, no siempre pasa y casi siempre, la culpa es de la dirección, por falta de dar, de vez en cuando, un golpe en la mesa, dejando claro que todo se hace de buen rollo, pero hasta cierto límite, que nunca se debe traspasar.
Pero es cierto, que muchas personas que no encajan en otros equipos, al llegar a uno nuevo, intentan encajar y si el que lo dirige, aprovecha esa predisposición, para sacar de la persona todo su potencial, esa persona se sentirá mucho más cómoda, creciendo su productividad de manera exponencial cada día que pase.
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