Cuando tienes algo de cara al público, todos los que están a tu alrededor preguntan permanentemente el título de la entrada "¿qué hay de lo mío?". Es algo habitual, por el egoísmo del ser humano del que siempre hablamos. Y es que, como no puede ser de otra manera, lo de cada uno es lo más importante del mundo, SIEMPRE.
Lo más curioso, son las excusas que pone cada uno. Si es algo relacionado con niños, siempre lo que se pide es muy importante, por los niños, aunque el único beneficiario de lo que se haga sea el adulto. Y así con todo, para pedir algo que queremos nosotros, ponemos de parapeto a otro.
Y la otra excusa, que se usa mucho, es la de la envidia. Y denuncias a gente que hace cosas, que no molestan a nadie, simplemente porque tú no eres capaz de hacer lo mismo, porque te da miedo a ser denunciado, por lo que simplemente, lo que te da miedo, lo haces tú, contra el que lo hace.
Sinceramente, como decimos siempre, vive y deja vivir, no le hagas al que tienes al lado, lo que no te gustaría que te hiciesen, sólo con ésto, el mundo mejoraría una barbaridad y casi con toda seguridad, no necesitaríamos leyes para gobernarnos.
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