Bueno, pues llegamos, como todos los años, al segundo asalto de las navidades, a falta de un tercero. En éstos asaltos, engordamos sin remedio, porque entre aperitivos, comidas, cenas, etc... es complicado no hacerlo.
Y claro, ya empezamos con los remordimientos y con los deseos de cara al nuevo año, que tendrá, como siempre, el adelgazar. Pero nos queda un tercer asalto, el de los Reyes Magos, que no vamos a evitar, por lo que tenemos que aguantarnos y pensar en después de Reyes, para poder cumplir el deseo recurrente de adelgazar.
Así que ánimo, sólo quedan tres mesas (como poco) como la de la foto y se acabó la tortura, hasta el próximo año.
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