Cuando hablas, cobre todo en público, debes medir tus palabras, más cuanto más relevante eres. Y debes hacerlo, porque todo el que te escucha está apuntando lo que dices, para en el futuro (inmediato o lejano), echártelo en cara.
Lo normal es que no midas tus palabras, en general eres una persona normal, que sólo habla en familia y con amigos y aún así, a veces te echan cosas en cara. Pero si das una charla en la oficina, según lo que digas y pase, puedes hasta perder tu empleo. Y a partir de ahí, según quien oiga y hasta donde llegues, pues va incrementándose.
Y lo peor es cuando tienes de público a periodistas, entonces sí que, digas lo que digas y cómo lo digas, lo que ocurrirá es que se tergiversarán tus palabras y de lo que dijiste, quedará lo que escribieron.
Así que, lo dicho, medir vuestras palabras.
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