Cuando no cubre tus espectativas

C

uando organizas un evento, intentas prepararlo todo al milímetro,con el objeto de que todos los que participen disfruten al máximo de él. Pero hay veces que piensas que un evento es genial, pero sin embargo, no has contado con que el público objetivo no es como estás pensando, por lo que el evento planteado, no sirve casi para nada y tienes que improvisar.

Y debes improvisar, si quieres que el evento no sea un fracaso. Pasa mucho con niños, ya que se aburren enseguida, por lo que, cuando veas que empiezan a moverse mucho, a perder atención en definitiva, tienes que ir pensando en acabar.

Por eso, al hacer un evento, tienes que ver en primer lugar el público al que te vas a dirigir y según como sea, orientar todo el evento hacia esa zona.