Cuando cerca de tu casa montan algo que no te gusta, un bar, un centro de jóvenes, un punto limpio, en definitiva, una dotación, necesaria para el lugar donde vives, pero que a ti no te gusta, lo único que piensas y pregonas allá donde vas es el grito del título que hemos dado a la entrada. Tu casa, al borde del abismo, sólo por esa dotación que te han puesto cerca.
Y es muy curioso que, pierde valor por lo externo que se hace, pero no por obras ilegales qué tú haces dentro. Y resulta que esas obras ilegales, sí la hacen perder valor, ya que, en la mayoría de los casos serán inscritas en el registro y por lo tanto cualquier comprador, cuando pida la ficha de la vivienda, verá que eso que tú le vas a vender como una mejora, en realidad no lo es, porque es una construcción ilegal, que cuando tenga que tocarla, lo que tendrá que hacer es demolerla.
Y todo ésto no es más que un reflejo del egoísmo de las personas, que sólo quieren lo que a ellos les interese, pero no lo que no les interesa y eso, te lleva a situaciones como las descritas, que no tienen ningún criterio y de echo, lo externo, según para el egoísta que te compre la casa, igual es una mejora, que no sólo no devalúa la casa, sino que la aumenta de valor. Pensarlo antes de criticar lo externo y hacer alguna barbaridad dentro de la casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.