Cuando estás trabajando, es algo habitual que tus superiores te vigilen, ya sea con el control de accesos, con el control de red, el que vigila una fábrica, en definitiva, buscan que tengas productividad, siempre. Y eso, desde el punto de vista del empresario es algo normal y que se tiene que entender, desde los empleados.
Ahora bien, hay ciertas circunstancias, en que esa vigilancia, no debe ser tan excesiva, por ejemplo, cuando no hay carga de trabajo, no es necesario que se produzca tanto, porque no tienes carga para producir y por lo tanto, dejar que los empleados se relajen, no es malo.
Ya conocéis nuestra opinión a la hora de hacer las cosas, y es que el trabajo, siempre, debe ser por objetivos y si tus empleados cumplen esos objetivos, las cosas se están haciendo bien. De hecho, un empleado que cumple, que hace las cosas que se le piden a tiempo y que no se toca las narices cuando tiene trabajo, es un empleado que no debería preocuparse por estar vigilado, ya que nadie debería decirle nunca nada.
Pero siempre hay excepciones y ha jefes que si no hay trabajo, dan un trabajo que no corresponde al perfil de la persona y le ponen a hacerlo, consiguiendo dos cosas, desmotivar a la persona y que la persona se intentes escaquear, lo que es un error, porque seguro que, cuando la carga de trabajo suba, no te rendirá igual.
Así que está bien vigilar, pero con unos límites y siempre "castigando" a los que realmente no hacen su trabajo y no aquellos que sólo cuando no hay trabajo, "se relajan" un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.