Mucha veces tenemos productos que, sin saber bien porqué se rompen y cuando te pones a mira qué es lo que se ha roto, te das cuenta que el problema es que no se pensó bien a la hora de hacerlo.
Es es caso de muchas piezas, que pudiendo ser una sola, se decide a la hora de diseñarlo, que sean dos, por lo tanto, donde se podría romper una pieza, ahora tienes el doble de posibilidades de perder una funcionalidad, porque son dos las que se encargan de hacerlo.
Obviamente, casi siempre, tiene alguna razón hacerlo así, bien porque para el montaje es necesario, porque que se rompa una, no implica que haya que cambiar todo el mecanismo, en definitiva, que era necesario y mejor hacerlo así, pero en otros muchos casos no lo es y claro, te desespera, porque además, cualquier reparación nunca es barata.
Nosotros hemos llegado a pensar que a veces, complican tanto las cosas, porque el objetivo es que no podamos arreglarlo nosotros mismos y así tengamos que pasar por caja, esa es la teoría de la obsolescencia programada, que siempre se busca que los productos no sean eternos, para poder vendernos más, lo que es el consumismo en estado puro.
Así que, mientras no volvamos a la teoría de hacer productos que duren, no nos quedará otra que estar cambiado de productos cada cierto tiempo, o bien, pasar por caja para repararlos, también con cierta asiduidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.