Una tónica en muchas empresas (se da sobre todo en las pequeñas), es la falta absoluta de organización. Cuando deja un puesto de trabajo, no se busca rápido una personas para sustituir a la que se va, de manera que se pueda conservar, en la medida de lo posible, el conocimiento que tiene la que sale, para que lo tenga la que entra. Y claro, pasa lo que pasa, que la persona nueva no produce, como la que se ha ido, ni lo hará.
Otro de los errores es que se delega sin sentido, se piden que se hagan cosas, pero sin dar unas directrices claras y entonces pasa lo que pasa que si pides un presupuesto, cada uno te lo manda como le parece y luego montar uno completo es muy complicado.
Todos los que nos leéis sabéis que no somos nada amigos de la burocracia, pero está claro que algo de coherencia en la cosas, debe existir. Al menos, plantillas para que todo lo que salga de la empresa tenga la "misma pinta", que cuando se envía información interna, todos los empleados y departamentos la envíen con el mismo formato, de manera que luego puedas comparar cosas similares, en definitiva, ya que se delega, que luego el trabajo de unificación sea sencillo, de manera que la delegación, sea útil y no sólo una carga para el que la hace, que no facilita la labor del que ha delegado.
Pero en España somos así y nos gusta a cada uno hacer las cosas "como siempre", sin pensar si "como siempre", no es la mejor manera.
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