El otro día se nos agotó la batería de una moto y claro, llevarla al taller, tan sólo para cambiarla, es una auténtica tontería,... o quizá no.
Y es que, algo tan sencillo, como cambiar una batería, puede ser una tortura, sobre todo si no tienes un espacio preparado para hacerlo.
Lo primero fue mirar el manual de usuario para hacerlo. Tal y como decía el manual, era algo muy sencillo, salvo que al desmontar la primera pieza, se cayó una de las partes por el carenado y claro, no nos parecía bien, así que como no la encontramos por la buenas, decidimos desmontar el carenado.
Siguiendo de nuevo las instrucciones, vimos que no era muy complicado, así que nos pusimos a ello. Y de nuevo, al quitar un tornillo, se resbaló y cayó, por lo que tuvimos que ponernos a buscarlo y tampoco lo encontrábamos, así que desmontamos todo, para buscar la primera pieza, que no encontramos, luego movimos la moto para todos los sitios, hasta que, afortunadamente el segundo tornillo cayó, montamos todo y así lo dejamos, preparado para montar la batería, cuando tengamos la nueva y de la primera pieza al ser de plástico y ver la zona donde cayó, la hemos dado por perdida, antes de perder más restos de moto.
Y es que, cada uno se tiene que dedicar a lo que sabe, o al menos, tener espacio adecuado para hacer las cosas, de manera que no pasen éstas cosas.
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